La Sierra de Guara (Huesca) fue declarada Parque Natural en el año 1991.
El valor ecológico de Guara está fuera de toda duda, y su protección se ha intensificado desde que en 1990 recibió tal figura de protección, dado que el elevado número de visitantes que recibe podía hacer peligrar sus muchos puntos de interés.
El Parque de la Sierra de Guara es sin lugar a dudas un paraíso natural, donde el hombre y la naturaleza, en una estrecha comunión, han propiciado un entorno único.
La Sierra Guara se caracteriza por la belleza y espectacularidad de sus paisajes, fruto de una compleja estructura geológica debida a procesos de orogenia alpina, alcanzando su cuota de mayor altura en la Peña de Guara (2077 m.), junto con los procesos de erosión se manifiesta una extensa red hidrográfica de cañones, barrancos foces y gargantas en los ríos Flumen, Guatizalema, Calcón, Formiga, Alcanadre, Mascún, Isuala, Vero y sus afluentes.
Una de las características más notables de la vegetación es el contraste entre las vertientes norte y sur. En la vertiente Norte, el quejigar ocupa grandes extensiones, siguiéndolo en altura los pinares de pino silvestre y bosquetes de hayas. A mayor altura encontramos al pino negro, acompañado por algunos pies de abetos. En la vertiente Sur, es el bosque mediterráneo por excelencia, el encinar, el predominante, junto al pino silvestre a mayor altitud.
Con muchísimos cañones e infinidad de circuitos de senderismo concentrados en un área geográfica reducida y dotada de una gran variedad y pureza naturalista, el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara es, debido a su agreste orografía, el mejor lugar de Europa para la práctica del descenso de cañones por personas sin preparación técnica o física, y por los más intrépidos y preparados montañeros o espeleólogos.
El Barranquismo en Guara es una de las actividades más destacadas en este entorno natural. La Sierra de Guara, con sus impresionantes cañones y gargantas, ofrece un escenario inigualable para los amantes del barranquismo, desde principiantes hasta los más experimentados. Este parque natural no solo es un paraíso para los montañeros y espeleólogos, sino también un lugar ideal para disfrutar de descensos emocionantes rodeados de un paisaje espectacular.
Destacaremos también sus cuevas y abrigos con pinturas rupestres y monumentos megalíticos, especialmente en las profundidades de las cuevas del río Vero.