John Muir (1838-1914)
“Cualquier tonto puede destruir los árboles. Ellos no pueden escapar. Desafortunadamente, Dios no puede salvar a los árboles de los tontos, sólo el Gobierno puede hacer eso“.
Muchas personas, a lo largo del tiempo, han ayudado a concienciar al resto de los mortales de la importancia de preservar la Naturaleza. Ellos fueron los que nos hicieron verla con otros ojos, y no solamente como un banco de recursos que explotar, a cualquier precio.
Ellos, dieron un paso cualitativo y vincularon el bienestar interior del Hombre con la conservación de la Naturaleza.
Uno de estos padres de la Ecología fue John Muir. Nació en Escocia y a los 11 años emigro con su familia a Estados Unidos. Fue en este país donde su figura cobró relevancia.. Explorador, escritor, conferenciante y declarado defensor del entorno natural.
Con Muir nace el concepto de “Wilderness”, de difícil traducción , que refleja la idea de los grandes espacios salvajes incontaminados, en estado puro, no modificados por la actuación humana.
Fue de los primeros en dar un valor moral a la Naturaleza y el paisaje. Hasta entonces, la tradición filosófica occidental negaba cualquier valor moral a todo aquello que no fuera humano, y en ningún caso estaba dispuesta a aceptar que un bosque, un glaciar, un río tuviera valor por sí mismo. Su importancia vendría de estar al servicio o disposición del hombre.
John Muir lo negó y promovió la justificación ética de proteger el entorno, e instó a la clase política a implicarse . De hecho, impulsó la creación de los primeros Parques Nacionales de los E.E.U.U. como Yosemite.
Vamos a hacerle un poco de caso a este hombre, nos quitamos las orejeras, y vemos el mundode otra manera. Con la que esta cayendo no nos queda otra