Andar o marchar por un cauce es una de las maniobras mas frecuentes que nos encontraremos en el descenso de un barranco. Pero esencialmente son precisas otros tipos de maniobras. En ellas utilizaremos muchas técnicas al margen de simplemente andar como el rapel, la oposición, natación, destrepe, salto etc.
Dependiendo si vamos a descender un cañón acuático o uno seco, las dificultades disminuirán o aumentaran.
Básicamente las mayores dificultades que podemos encontrar en un cañón seco son las verticales que hay que descender mediante la técnica de rapel. En algunas ocasiones, las verticales no están equipadas y hay que utilizar la técnica de oposición, que consiste en empotrar nuestro cuerpo contra las paredes del cañón (siempre que su estrechez lo permita) y bloqueándolos, ir descendiendo poco a poco.
En los cañones acuáticos las dificultades se ven incrementadas por la presencia del agua, que si bien va a realzar muchísimo el descenso, también lo va a hacer mas delicado.
La Natación
Es necesaria la técnica de natación aunque, la mayoría de las veces, las distancias a nadar no serán considerables. La natación nos será, por un lado facilitada por el uso del neopreno que aumentará nuestra flotabilidad
En aguas tranquilas nadar de espaldas aprovechando la flotabilidad que proporciona el neopreno y la mochila. En aguas turbulentas, avanzar siempre con los pies por delante salvo en el caso de rápidos con pequeños desniveles donde es aconsejable hacerlo apoyados en la mochila que flotará gracias al bidón o bolsa estanca.
Los saltos
El salto es una técnica a la que recurriremos simplemente por placer o por necesidad para evitar movimientos peligrosos del agua. Constituye uno de los aspectos más lúdicos del descenso de barrancos aunque también uno de los mayores motivos de accidentes.
Para realizar un salto es completamente necesario seguir un protocolo que nos evitará más de un susto o desgracia. A partir de 5 o 6 metros, una mala recepción o una sobrepresión en los tímpanos o en la nariz nos puede ocasionar daños considerables. Para evitarlos es importante seguir la técnica apropiada. Además nos aseguraremos de que no hay ningún elemento, tales como rocas o troncos sumergidos, poca profundidad, etc., que incrementen el riesgo de accidente.
Buceo
Se trata de una técnica que no usaremos muy a menudo de forma obligatoria, solamente en aquellos casos en los que el paso esté sifonado y no tengamos alternativa aunque también nos puede servir para recuperar material caído en el fondo de una poza e incluso salir de algún problema ocasionado por las aguas vivas.
Rápeles
El rapel es una técnica por la cual podemos descender paredes verticales por una cuerda, de manera controlada, usando la fricción contra un dispositivo de descenso, colocado en el arnés.
Si te apasiona el barranquismo, contar con la orientación adecuada es clave para disfrutar al máximo de la experiencia. Un equipo especializado puede guiarte en la selección de las mejores rutas y enseñarte a dominar técnicas como el rápel, la natación y los saltos, asegurando que cada descenso sea seguro y emocionante.
Dependiendo del caudal, el descenso puede ser muy divertido y refrescante o bien una cuestión de alto nivel técnico y compromiso. La fuerza del agua en su caída y en su recepción al llegar a la poza, será lo que debemos evaluar para garantizar una bajada segura.
Estas son las técnicas principales que facilitaran nuestro descenso y minimizaran los riesgos. Haciendo un buen uso de ellas, haremos que la actividad sea segura y divertida. La cascadas suelen ser puntos de gran belleza y garantizan emoción y diversión.