Para los que aún no hayan bajado al cañón de la Peonera por el cortafuegos que conduce a la Senda de los Caracoles, quizás les sorprenderá verlo todo vallado.
No hay que alarmarse demasiado, puesto que la intención es buena para el medio natural. Se trata de una experiencia nueva en la Sierra de Guara que busca mantener limpios los cortafuegos con la suelta de ganado vacuno.
Los animales se alimentarán del pasto de las más de 150 hectáreas de la sierra que suponen la barrera natural frente a las llamas.
Los cortafuegos requieren un mantenimiento costoso, ya que los matojos se regeneran rápidamente y se secan con la llegada del calor, lo que supone un riesgo adicional para la expansión de los incendios. Normalmente se realizan mecánicamente, lo que supone un gran desembolso para las arcas autonómicas. Los ganaderos, por su parte, disponen de alimento para sus terneros, lo que les permite gastar menos en pienso.
“Por la extensión de la zona, es la mejor opción, hacerlo mecánicamente sería casi imposible y las máquinas las cuadrillas tendrían que trabajar constantemente”, señaló el secretario de la asociación ganadera, Agustín Rufas. Además indicó que “esto es posible gracias a la coordinación y a la buena voluntad de todos, esperemos que se vuelva a repetir con otros asuntos”.
Los ganaderos han elegido para esta experiencia terneros, porque “su pisoteo permite el aplastado de los arbustos”, mejor que el de otros animales “por su envergadura”, explicó el veterinario, José Luis Gracia. Además esta experiencia permitirá recuperar el terreno degradado del Parque Natural.
Este sistema de pastoreo también ayuda a “mantener en buenas condiciones el monte, de modo que queda dehesado”, apuntaron los ganaderos.
Pero no se ha olvidado la presencia de turistas. Se han mantenido los senderos que cada día frecuentan decenas de senderistas o aficionados al descenso de cañones o barranquismo.
Así, los terneros se convertirán en una especie de guardianes del monte. A ver si algún día los vemos bajando por el cañón. 🙂